sábado, 14 de enero de 2012

Locura

Este es un relato un poco siniestro que me lleva un par de días rondando la cabeza y me apetecía subir al blog:

No conseguía comprender lo que había sucedido, aunque en realidad estaba muy claro. Su cuerpo inmóvil estaba a pocos centímetros de mí. El cuchillo, manchado de sangre estaba en mi mano y los recuerdos de lo ocurrido se reproducían una y otra vez en mi mente. Pero aún así no era capaz de entender lo que había pasado, tal vez era porque no quería hacerlo.


"¿He matado a alguien?¿Yo?"


Era demasiado absurdo para ser verdad, pero lo era. Como prueba estaban sus ojos, que me miraban fijamente vacíos de toda expresión. Eran los ojos de un cadáver, y era por mi culpa. Me había convertido en una asesina, un monstruo.


Lo que más me asustaba era el hecho de que no me importaba. Sólo sentía indiferencia, no había rastro de culpabilidad. Una vocecilla en el fondo de mi mente me susurraba que no tenía porque sentirme culpable, que no había hecho nada malo. Reconocí enseguida esa voz, era la locura.


¿Que debía hacer ahora? Huir, entregarme a la policía... O suicidarme. Esa parecía ser una buena opción. Agarré con más fuerza el cuchillo y lo acerqué a mi cuello, una gota de sangre se deslizó por el arma hasta caer en mi cuello. Dejé caer el cuchillo con un grito y me llevé la mano a la garganta par limpiarme, cuando la aparté tenía los dedos manchados del líquido rojo.


Sentí náuseas y me limpié en el pantalón. Era absurdo que después de haber matado a una persona la sangre siguiese revolviéndome el estómago.


Un pensamiento burlón propio de mi antiguo yo me cruzó la mente:


"Seré una asesina pero para vampiro no valgo"


Me eché a reír sin tener muy claro el porque. Mi risa era un sonido extraño que no encajaba con la situación pero me hizo sentir mejor, tanto que lancé otra carcajada. 


Y seguí riendo, perdí la noción del tiempo mientras me reía en la habitación en la que había cometido un asesinato, vencida por fin por la locura. Pero feliz.